
¿Cansada de que la abuela te pregunte por el novio en cada reunión familiar? ¿Tus amigas ya se han casado todas y tú sigues soltera? Pues mira, amiga, que no cunda el pánico. En Letonia han encontrado la solución (o al menos un apaño de lo más original): ¡el novio de alquiler! Sí, has leído bien. En este país báltico, donde parece que Cupido ha hecho un parón indefinido en la sección masculina, la falta de hombres es un problema tan real como el coste de la vida. Hablamos de una proporción que quita el hipo: ¡118 mujeres por cada 100 hombres! Una auténtica odisea para encontrar pareja. En serio, el mercado de solteros de oro allí está más desierto que la nevera un lunes por la mañana.
Este desequilibrio demográfico, que tiene sus raíces en la era soviética y se agrava con el alto índice de mortalidad masculina (por aquello de los estilos de vida ‘saludables’ y la emigración en busca de trabajo), ha generado una presión social enorme sobre las mujeres. Todas quieren casarse, sentar la cabeza y no ser ‘la solterona’ del grupo. Y claro, cuando el panorama es tan desolador, la creatividad agudiza el ingenio.
Aquí es donde entran en juego los ‘alquilados’. Hombres dispuestos a hacerse pasar por tu pareja, prometido o incluso ¡tu esposo! por un módico precio. Imagínate la escena: llegas a la boda de tu prima con un guapo acompañante, que te presenta como «mi churri» y que se porta de maravilla. ¡Misión cumplida! Nadie te vuelve a preguntar por qué sigues sin anillo.
Juris, de 38 años, es uno de estos pioneros del ‘rent-a-groom’. Ha sido de todo: desde novio en una boda hasta acompañante en una cena familiar o en una reunión de antiguos alumnos. Y lo tiene claro: «Ayuda a las mujeres a guardar las apariencias, especialmente si ya tienen cierta edad y todas sus amigas están casadas con hijos». Al final, se trata de evitar el ‘qué dirán’ y la vergüenza social, que en Letonia es un plato fuerte.
Kristine, una organizadora de bodas letona, lo corrobora: «Es un problema enorme, se ve por todas partes. Las mujeres no encuentran un hombre que pueda mantener una familia». Y la presión para encontrar pareja es brutal. «Muchas mujeres están dispuestas a hacer lo que sea para satisfacer a la sociedad y a sus padres», explica un sociólogo. Parece que el amor verdadero puede esperar si la apariencia social no lo hace.
¿El precio de esta ‘felicidad temporal’? Unos 100 euros (o, para ser exactos, 100 libras esterlinas según la fuente original, ¡que no inventamos!) por tener un novio de pega en tu gran día de boda. Para eventos más pequeños, el coste es menor. Una inversión para la tranquilidad, ¿no? Agencias especializadas han surgido para gestionar este curioso servicio, garantizando ‘profesionales’ que saben cómo actuar. No vale cualquiera para hacerse pasar por el novio ideal.
En resumen, Letonia nos ofrece una visión agridulce de la búsqueda de la pareja perfecta. Un país donde la independencia y el éxito femenino chocan con la tradición y la escasez de varones. Y donde, si no puedes encontrar un príncipe azul, siempre puedes alquilar uno… al menos para las fotos y para que la abuela esté contenta.
