Parto sobre ruedas: La entrega más insólita que un coche autónomo pudo imaginar

Parto sobre ruedas: La entrega más insólita que un coche autónomo pudo imaginar
Una repartidora en San Francisco dio a luz a su bebé en el coche, activando el modo autónomo de su vehículo para llegar al hospital. En plena faena de parto, el coche se convirtió en su partera improvisada, conduciéndola de forma segura hasta la puerta. ¡Una llegada al mundo con tecnología punta!
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Imagina la escena: noche cerrada en San Francisco, una ciudad famosa por sus cuestas, sus nieblas y ahora, por ser el epicentro de la tecnología más puntera. Mary M., una valiente repartidora, estaba en plena faena, como tantas otras noches, entregando comida a horas intempestivas. Sin embargo, lo que empezó como una jornada laboral más, pronto se transformó en la aventura más increíble de su vida.

Eran alrededor de las tres de la madrugada cuando Mary sintió algo más que el cansancio habitual de un turno largo. No, esto era diferente, era… ¡la hora! El parto había decidido adelantarse y no estaba dispuesto a esperar a que Mary aparcara tranquilamente. Con una sensación de urgencia creciente, y ya incapaz de conducir con seguridad, nuestra protagonista tiró de ingenio y, por primera vez, activó el modo de conducción autónoma de su propio vehículo.

Sí, como lo oyes. En medio de las contracciones y con el bebé ya asomando la patita, Mary confió en la inteligencia artificial de su coche para llevarla a buen puerto. El vehículo, obediente y sin rechistar, tomó las riendas y puso rumbo al hospital Sutter Health CPMC Van Ness Campus. Fue una carrera contra reloj en la que el coche autónomo no solo era el medio de transporte, sino un silencioso e impasible copiloto en el momento más trascendental de una vida. La pequeña Maeve no pudo esperar y decidió que el asiento del copiloto era el lugar perfecto para su gran debut en el mundo.

Al llegar a las puertas del hospital, los servicios de emergencia ya estaban esperando, avisados por Mary. Un equipo de paramédicos la recibió y tanto ella como la recién nacida Maeve fueron atendidas y se encuentran perfectamente. ¡Menuda historia para contar!

Mary, con un humor admirable, bromea diciendo que su hija tendrá una anécdota única para su puesta de largo. «Mamá estaba tan ocupada entregando pedidos, que casi me entrega el coche». Sin duda, la llegada de Maeve al mundo ha sido una de las «entregas» más memorables de la era autónoma. Una historia que nos recuerda que la vida siempre encuentra la forma de sorprendernos, ¡y a veces, lo hace al volante de un coche sin conductor!